Trabajamos en una casa de campo en Lurigancho-Chosica, interviniendo un área de 79.90m² que abarcó los espacios de ingreso, sala y comedor. El diseño propuesto fue rústico moderno, utilizando una paleta de colores tierra, amaderados y negros para aportar elegancia y crear equilibrio visual con el piso existente y los acabados de piedra en las paredes. La decoración vibrante reflejó los viajes de la clienta alrededor del mundo.

Para mejorar la entrada, el ingreso principal se trasladó a la puerta de la cochera. Ocultamos la puerta del baño de visitas con un panel de madera, añadimos una mesa circular de piedra sinterizada Calacatta Gold con base cilíndrica de madera porosa, una alfombra turca de acabado natural y una lámpara colgante diseñada por nuestro estudio como puntos focales. En la pared de piedra, sustituimos los apliques por otros de diseño propio que iluminaron la piedra, creando un interesante juego de luces y sombras, y colocamos un abanico de diseño junto a una consola de diseño frente a la mampara de vidrio, logrando una composición simétrica.

En la sala, una consola auxiliar con almacenamiento y puertas de ojo de perdiz complementó dos sofás seccionales en L y dos butacas, junto con puffs de diseño curvo y tapicería premium. Se aplicó un acabado de cemento quemado en la pared principal, sobre la cual instalamos repisas flotantes para exhibir piezas decorativas. Un panel de espejo con TV oculta fue elegido para mañanas de conversación y noches de cine en familia. En una esquina, se diseñó un mueble bar con la misma piedra sinterizada, integrando una vinera existente y almacenamiento adicional, además de un mueble alto con vidrio tintado retroiluminado para exhibir la variedad de bebidas. También se instalaron porta botellas iluminados y se reformó la chimenea, demoliendo los extremos para enchaparlos en piedra sinterizada y colocando repisas flotantes para exhibir platos decorativos de los países que ha visitado la clienta.

En el comedor, una gran mesa de piedra sinterizada para 10 personas se convirtió en el punto focal, con lámparas colgantes diseñadas por el estudio para una correcta iluminación. Restauramos la credenza del comedor utilizando la paleta de colores del espacio y el mismo acabado de cemento quemado. Para dar amplitud y atraer la naturaleza, se incorporaron espejos en forma de canvas que simulan tejidos naturales.